Thursday, June 5, 2008

Fumar puede matar

This story was for the same Spanish Class. It is just an exercise in using tiempo imperfecto y presente.

Y

o pasaba por la calle en aquel pueblo. No había mucha gente en las calles... ¿por qué?...como lo puedo saber. Estaba muy cansado porque había andado mi coche por dos días. Catarina tiene un talento muy extraño, de fumar un cigarrillo por su nariz. Ella me dijo que lo aprendió en su escuela secundaria cuando tenía quince años. La manera apropiada de hacerlo es cerrando un orificio de la nariz y luego fumando el cigarrillo detrás de la otra. A veces me parece que esta manera de fumar es como una forma de meditación mejor que la normal porque el efecto de relajación empieza más rápido.

Entonces, no sabía por qué no había mucha gente en las calles. Cuando andábamos por las calles escuchamos las canciones de Jarabe de Palo por la radio. De todas, nos gusta mucho La Flaca,…“en la vida conocí mujer igual a la flaca…coral negro de la Habana, tremendísima mulata…cien libras de piel y hueso, cuarenta kilos de salsa, en la cara...”Entonces así es como los Jarabe de Palo piensan en las mujeres. Pienso que Catarina es una flaca también porque ella puede decirme todos por su cara “…que sin palabras habla…que sin palabras habla.”

Así es como llegamos al supermercado. Siempre, he sido en la confusión creada por la organización de las mercancías, que es una paradoja muy extraña, por lo menos para mí. Compré una gorra, unas diez botellas de Pepsi y unos paquetes de cigarrillos. Un paquete de cigarrillos es muy problemático para los fabricantes. Pero como siempre este problema también tiene una solución. La solución es una frase de tres palabras, FUMAR PUEDE MATAR. Siempre que se lo decía a Catarina, ella me decía que fue obvio. Ella nunca cayó en la cuenta de la finura de las palabras. La finura de la Mona Lisa, por ejemplo. Para muchos, es sólo la pintura de una mujer que sonríe y les parece muy extraño que muchas personas en el mundo hayan escrito artículos e incluso libros sobre ella. Lo que no entienden es la finura – la finura de las expresiones, la finura de las palabras o la finura de la vida en general. Finura o no finura, era tiempo para regresarnos.

Otra vez andábamos en las calles abandonadas, sin ninguna persona, ningún carro y ningún animal. Aunque las calles estaban llenas de desaparecidos, un pulso de vida fluía en ellas. Sí, en las calles negras y frías un pulso de vida fluía. El blanco de la nieve y el negro de las calles son los colores de la muerte. Claro que sí, si el muerto había sido bueno su color es blanco pero sí había sido malo su color es negro. No hay finura en la muerte. Es una pregunta de uno u otro, no hay finura en la muerte como en la vida. A veces me parece que la vida es como el cigarrillo que estoy fumando. Al final del polvo venimos y hacía el polvo vamos. “¡¡Joder!! Me quema la ceniza!!..Tienes que cerrar la ventana.” Catarina me dijo, “Por qué tienes que ponerte una gorra en el carro.”

Y en aquel momento, el ángel de la muerte – que no tenía finura les mostró la finura de la muerte. FUMAR PUEDE MATAR.